Me encuentro en la habitación y miro con terror el calendario que nos proporcionaron los profesores para ir haciendo la cuenta atrás de los días hasta la Cosecha. Se me hace increíble que falte tan poco, sólo 5 días. 5 días para que 24 chicos y chicas se tengan que matar para que uno sea el ganador. Y por si fuera poco me he visto sobreviviendo a una semana horripilante en la que los esfuerzos que hacíamos eran insuficientes, para nuestros instructores. Cada vez más difíciles, más agotadores, mas insoportables.
Sólo he conseguido mantenerme con cordura con el recuerdo el beso que me dio ella tan cerca de mi boca que todavía me hecho a temblar. Esa niña, la preciosa tejedora de redes del distrito 4, mi Annie. Sería insoportable, tener que marcharme a los juegos y que ella me vea morir por una de esas pantallas gigantes que tenemos en la plaza Mayor, donde se hacen las Cosechas.
Me desperezo y mi compañero hace un ruidito con la garganta a modo de protesta por despertarlo. Me río y me visto tras haberme aseado. Dicen que hoy nos tienen preparada una sorpresa, a saber lo que será. ¿Una pelea entre nosotros para el disfrute de todos? ¿Más ejercicios? La sola idea me aterra y es que estoy harto de hacer siempre lo mismo. Bajo a desayunar y veo, otra vez a Lilieth, corriendo hasta donde estoy y me da un abrazo.
Desayuno y me voy hasta la sala de entrenamientos, donde veo con asombro que en vez de estar todo preparado para hacer los ejercicios, hay un montón puestos donde hacer alguna otra cosa para que no se haga monótona la espera hasta la Cosecha. Así que esto era la sorpresa, me alegro porque haber si aprendo alguna otra, aparte de pelear.
Me paso media hora viendo, todo lo que hay por allí. De repente, me paro con curiosidad frente a un puesto en el que hay un montón de cuerdas de distinto grosor. Me acerco y veo que son para hacer distintos tipos de nudos. Que si el nudo del pescador, que si el recto... Hace tanto tiempo de esto, que casi ni lo recordaba. Me acerco al profesor encargado de aquel puesto que me da una cuerda blanca y de medio metro de largo. Siento curiosidad por lo que puedo hacer y me quedo apoyado con un hombro en un poste.
Un rato después tengo las manos enrojecidas y la cuerda hecha una bola, por todos los nudos que he intentado y no he conseguido. Me siento de espaldas al puesto e intento deshacer todo lo que tengo hecho cuando unos brazos se pasan por mi cuello y se entrelazan con mis manos. Cogen la cuerda y con cierta lentitud empiezan a formar el nudo... ah, sí el nudo del ahorcado. Para un novato, es dificilillo, así que cuando me giro y veo que es Lilieth, me quedo pasmado. Cuando ella ve mi cara se ríe y dice - Jo tío, ¿Qué pasa? ¿Qué te creías, que las chicas somos unas inútiles, o qué?
- No sólo que no sabía que supieras hacer nudos también.
- Bien, me alegro que pienses así, porque cuando te veas que tienes que hacer alianza con una chica, no la dejes de tonta, ¿Vale?
- Claro... - y se aleja sonriendo. Me pongo de nuevo con mi cuerda cuando me doy cuenta de que no me acuerdo de ningún nudo y le pido consejo al profesor que está por allí. Me enseña lo básico y rápidamente hago memoria.
Al final del día tengo las manos encallecidas, muy rojas y tengo que ponerlas constantemente bajo agua fría. Pero estoy contento he aprendido bastante y me siento orgulloso de haber recordado todo aquello que una vez mi padre me enseñó.
Me voy a dormir aún más nervioso de lo que me levanté. Nos queda muy poco tiempo y siento con pena, que al menos uno de los nuestros no va a volver, puede que incluso sea yo.
Por eso, cada vez hay más parejas de enamorados, sin saber si despedirse ahora que tienen tiempo, dejarlo para el último momento tras la cosecha o si directamente pensar en el suicidio y querer ir los dos, para intentar salvar al otro. Por que hay que tener muchísima suerte para que los dos vallan a los juegos, en diferentes años y que los dos vuelvan a casa relativamente sanos. Es casi imposible. Así que durante estos días, las amigas del alma se despiden y los enamorados se dedican los últimos besos. Luck y yo simplemente nos miraremos y chocaremos los puños en modo de despedida. O eso creo, porque ni uno ni el otro somos muy pasionales.
Las horas cada vez se pasan más rápido y nosotros tenemos pesadillas de muerte cada vez que cerramos los ojos. Se ven ojeras disimuladas con maquillaje y otras tan azules que parecen hechas con rotulador. Yo lo soporto con bastante entereza, ya que me he pasado gran parte de mi vida aquí, con pesadillas cada noche así, que para mi todo esto no es nada nuevo. El último día se hace casi insoportable por los típicos tributos profesionales que van a los juegos para conseguir fama y que no entienden la pena que recorre el distrito, dicen que deberíamos sentirnos orgullosos de que el Capitolio haga todo esto.
Incluso la mayoría, se sienten desgraciados por tener que representar a un distrito cómo el nuestro. Hubieran preferido el primero por supuesto, pero le has tocado este y no tienen otra opción posible. Yo ni me quejo ni lloro desconsoladamente, aunque la verdad es que no me importaría, pero por respeto a mis padres que no me vean como un llorica, me hago el fuerte. Esto hace que la gente venga hacia mí, en busca de recogimiento, para que esté con ellos. En una de estas veces, estoy con un chaval mayor que yo en 2 años que llora por su novia que está fuera de este lugar, recogiendo perlas. Llega un momento en el que me mira y dice con tranquilidad - ¿Qué pasaría si yo mañana aparezco muerto, Finnick? Quiero decir, que me he suicidado.
- Pues que le echarían la culpa al pobre que pasara por allí y lo ejecutarían - digo tan tranquilo mirando el reflejo del sol en el mar.
- ¿Porqué? Él no ha tenido la culpa...
- Claro que ha tenido la culpa, te ha encontrado muerto, seguro que le echan la culpa por haberte matado. Así es como el gobierno evita una sublevación en todos los distritos.
Y el pobre, tras haberlo meditado sigue llorando por ni siquiera poder suicidarse y que nadie muera por su culpa. Y menos mal que no le he dicho que ni siquiera podría acercarse a la puerta sin tener plantarle cara a dos docenas de Agentes de Paz, dispuestos a que no salga nada de aquí.
A la mañana siguiente, le acompaña un día plomizo, en el que parece que va a llover. Me extraña que no halla hecho el gobierno algo, para que hoy sea un día hermoso. Se respira un aire profundamente triste, todos nos despedimos de los otros, incluso siento temor por no volver a ver a Lilieth, que se a convertido en la hermana que nunca pude tener. Y Luck, que somos uña y carne, que es un hermano, un buen amigo y mi mayor rival en una persona. Los profesores que siempre nos han ayudado a movernos por el mundo, aunque fueran duros con nosotros. Y Ariel, que para mi profunda sorpresa, viste de negro y me espera con cara triste. Me acerco a ella y pone con suavidad sus brazos en mi nuca. Le abrazo y me despido mentalmente de ella. Parece increíble, que se halla acercado hasta aquí para verme posiblemente la última vez. Acerca sus labios a mi oído y me dice en un susurro - Suerte.
Después de eso, se marcha corriendo hacia la calle, con su maravilloso pase especial, que le deja pasar a donde quiera. La veo alejarse y me voy corriendo con los miembros de mi grupo, para marcharnos todos juntos en la que puede que sea la última vez, a la plaza mayor, lugar de la Cosecha.
Cuando proximo?
ResponderEliminarEl próximo será para el miércoles 23. Un Beso y gracias por comentar¡!
EliminarOOOOOOOOOOOO!P-R-E-C-I-O-S-O !me da tanta pena lo de los Juegos...y las despedidas han sido muy bonitas, sin duda no me esperaba lo de Ariel...la descripción que as echo y los adjetivos que as utilizado son realmente originales!
ResponderEliminarUna vez mas, gracias por escribir asi de bien!mi chica de los azucarillos!
te quiero! M.T
Awwww, Gracias Sinsajo¡! Quería hacerlo especial, porque es la primera vez que Finnick participa así que tenía que adecuarse para una situación tan importante. Un beso enorme, mi sinsajillo¡! ^^
Eliminarme encantan tus capítulos...pero cuando subirás el proximo
ResponderEliminarEl próximo lo subo el Miércoles 23. Gracias¡! :)
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